
La industria del juego debe gran parte de su diversidad e innovación a los incansables esfuerzos de los modders. El género MOBA, por ejemplo, surgió del terreno fértil de las modificaciones RTS, con títulos como Starcraft y Warcraft III allanando el camino. Del mismo modo, Auto Battlers surgió del género MOBA, gracias a juegos como Dota 2, mientras que el fenómeno de Battle Royale ganó tracción a través de un mod para Arma 2. Dada esta rica historia, el último anuncio de Valve es nada menos que emocionante.
Valve ha actualizado significativamente el SDK de origen, integrando el código completo de Team Fortress 2 en el kit de herramientas. Este movimiento monumental faculta a los modders para aprovechar la sólida base de Valve para elaborar nuevos juegos. Si bien la licencia estipula que estas creaciones y su contenido deben permanecer libres, la historia nos ha demostrado que un mod exitoso eventualmente puede evolucionar a un producto comercialmente viable.
Además de esto, Valve ha lanzado una actualización sustancial para todos los juegos multijugador que se ejecutan en el motor de origen. Esta actualización introduce soporte para ejecutables de 64 bits, una UI y HUD escalable, resuelve problemas de predicción del lado del cliente e incluye muchas otras mejoras.
Este es un momento fundamental para la comunidad modificada, y hay una sensación palpable de anticipación sobre qué desarrollos innovadores podrían surgir de este terreno fértil en el futuro.